miércoles, 20 de octubre de 2010

Entijuanarze!!!

Día sábado 1.05 pm, calor todavía soportable.
La explanada se encuentra completamente habitada, uno que otro transita por los puestos sin comprar nada pero llevándose una satisfacción chingona y sintiéndose a cada paso  todavía más chingón por traer encima de su cuero una camiseta que reza: tijuanense hasta los huesos. Es entonces cuando el estampado esqueleto de aquel burro-cebra en las camisetas, se convierte en una invitación, una invitación subliminal a no ver más a Tijuana como un pinche burro-cebra, sin carnes, sin piel, sin vida y empezar a forrarlo con la única salvación inmediata que nos queda, el arte.
 Entre improvisados y no se encuentran las blancas carpitas: diseñadores nuevos que apuestan por que Tijuana despunte y algún día sea la capital de la moda, aunque algunos modelos atraigan a la mente algún diseño de Lady Gaga y esto les reste un poco de credibilidad de autoría; los pintores, exponen su arte, hecho con una mirada compuesta de miles más, están los surrealistas, los idílicos, los grafiteros, pero ningún realista; los artesanos fuman sus tabaquillos hasta que la colillas y el humo casi desaparecen, se esfuman entre sus dedos y sus materiales reciclados pero creativos: latas, corcholatas, zippers, vidrios, pedazos de tela, condones, etc. ; los fotógrafos, ellos ahí, enseñando las mil y un cosas que en Tijuana hay que redescubrir, hacen caso omiso al aviso de que en Tijuana sólo hay 121 cosas que hacer y nos venden sus visiones, sus experiencias, sus encuentros, sus cuerpos desnudos; los performance improvisados y no. Una mujer  caracterizada de Frida Kahlo, cuando posó para la revista Vogue de Francia, pero a diferencia de aquella, esta es más creativa y apuesta por lo mismo sin el mismo presupuesto y en un contexto diferente, rodeada por tiras de paletas que penden de su stand y enmarcada por cuadros, que a la vez se enmarcan por barbies mutiladas y peludas, su falda tatuada con símbolos de ying-yang son la respuesta innovadora
La gente anda entijuanada: las abuelas, las mamás, los artistas, los no tan artistas, los que buscan ideas, los que se las roban, los que las devuelven, los gringos-viejos tijuanenses, los tijuanenses-nuevos gringos. Por supuesto no faltan los desorientados, que preguntan a algún compa que se han encontrado  ¿qué chingados hay aquí?, ¿Quiénes son los cabrones que están tocando?,  ¿No has visto a mi compa el de la banda?, estas preguntas se repiten como ciclo monótono de la vida y cuando  ya todos están engranados en el rollo cultural, de pronto de quién sabe dónde, irrumpe una masa popular, exigiendo ser escuchada, están ahí, cerca de una de las entradas al festival, que da directo al paseo de los héroes, se detienen y empiezan sus consignas ¡Si Zapata viviera él estaría aquí!, son varios, no tienen miedo, ellos piensan que no hay que tenerlo.
El espacio de Entijuanarte cobra vida propia, por un lado los pintores, los fotógrafos, los diseñadores, los performanceros, los artesanos, los cocineros y por este, una invitación a despertar de nuestro tijuaneado sueño.
Entijuanarte es eso, las masas, los géneros, las bandas, la innovación, la protesta, el vivo arte, la convergencia del todo que nos modifica la individualidad.

1 comentario:

  1. Los lectores hacemos un gesto despacioso, empujamos los dedos por entre las mantas líquidas de los sitios estratégicos, nos nutrimos con palabras sobresaltadas, al límite de la pertinaz fuga de las ideas. Vamos pues, a poner la mejilla y a cubrir las manos con luces malhumoradas, frugales.

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